Tres meses de prácticas en una agencia de comunicación no permiten desentrañar la esencia de una actividad tan flexible y dinámica, pero sí dan una idea de la vasta importancia de la trastienda de la comunicación.
A pesar de que los ciudadanos cada vez están más conectados a múltiples flujos de información, pocos conocen un axioma de los profesionales en este campo: la importancia de las agencias de comunicación como gestoras de la voz de las empresas. Sin las agencias, las compañías estarían mudas o tartamudearían con campañas publicitarias que se quedan cortas para definir una personalidad. En los tiempos en que los ciudadanos exigen mucho más que la simple comercialización de productos, el diálogo con la sociedad se hace ineludible, y las agencias como seis60 se convierten en los logopedas que hacen posible el milagro de la comunicación eficaz.
La tarea de una agencia de comunicación es difícil de explicar y fácilmente malinterpretada. Su actividad es menospreciada con comodidad por quienes no tienen estima por la importancia de una comunicación precisa, materia de especialización de profesionales cualificados. Sin embargo, el valor de la comunicación bien gestionada es argumento irrebatible para los clientes de seis60, conscientes de la capacidad de tres jóvenes andaluces para darle voz a sus empresas.
Borja, Alicia y José Luis han compuesto durante estos tres meses una lección de gestión empresarial en tiempos especialmente adversos. El día a día en su oficina me ha permitido afilar destrezas propias del periodismo y coger cierta soltura en un ámbito profesional. Su ejemplo de jóvenes licenciados que han creado su propio trabajo ha sido motivador y sus esfuerzos por darle el sentido adecuado a unas prácticas académicas son meritorios de agradecimiento.
Estoy convencido de que su profesionalidad es el abono para un fructífero futuro de seis60, una agencia llamada a contribuir al progreso de las empresas andaluzas. Sirva este post como agradecimiento por lo que me han enseñado y mensaje de ánimo a su labor.
Jesús Manuel Caro Aguilera
Alumno en prácticas de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla