No sé cuántas veces me han podido hacer esta pregunta. Más de cien, seguro. Y nunca respondo de la misma forma; siempre pretendo encontrar el modo perfecto de explicar en qué consiste una agencia de comunicación en pocas palabras: de manera sintética, entendible y, a poder ser, atractiva para mi interlocutor, en ocasiones poco ducho en estas lides. Huelga decir que aún no he encontrado la fórmula.

Esta ‘enfermedad’ le ocurre a todos los profesionales de este sector. “¿Qué es eso de comunicación?”, me preguntaba mi vecina, mujer entrada en años para la que, cuando yo estudiaba la carrera de Periodismo, sería el futuro Iñaki Gabilondo o, en el peor de los casos, el próximo Jesús Mariñas. A continuación, me inquiere: “Y, ¿qué haces en una oficina?”. Peor aún lo tienen aquellos a los que les dicen: “Oye, tú que eres del Departamento de Comunicación, sabrás los planes de precios de Vodafone, ¿no?”.

Muchas veces empiezo explicando que lo que hacemos es organizar eventos, para extrapolarlo luego a todo lo que tiene que ver con el vínculo entre nuestros clientes y la sociedad a través de los medios de comunicación. En este punto, la persona que tengo enfrente pone cara de “vale, lo que tú digas”, mientras lanza un “ah, qué bonito”. Bonito no es exactamente el adjetivo que mejor define este trabajo. Interesante, vibrante, ilusionante, quizás.

La comunicación corporativa es un área relacionada con el Periodismo y las Relaciones Públicas que comenzó en Estados Unidos, se extendió por Europa y lleva algunas décadas implantada en España. Al igual que ocurre hoy en Norteamérica, en los próximos años esta disciplina alcanzará gran importancia en las tomas de decisión de las empresas. En relación con ello, uno de los mayores expertos en la materia, James Grunig, aporta algunos consejos a tener en cuenta.

En todos los casos, nunca se llega a comprender realmente la multitud de caras que contiene el término ‘comunicación’. Saber escuchar a la sociedad y actuar en consecuencia. Esbozar una imagen y hacer que la silueta de lo planificado vaya tomando forma. Estar día a día en contacto con la información y, aún mucho más, con las nuevas tecnologías y tendencias. Eso y más es la comunicación, aunque muchos no lo sepan. Poco a poco –y aquí se encuadra nuestra labor pedagógica- esta terminología irá calando en la sociedad.