Mi compañero Daniel me comentaba esta mañana que ayer le sorprendió una notificación de Facebook, que le informaba de que un contacto suyo se encontraba en Nepal en el momento del terremoto y que había indicado que estaba bien.
Terremoto
Se trataba de una herramienta que Facebook ha puesto al servicio de sus usuarios, con el fin de facilitar la información de quienes se hallaban en Nepal en el momento de la tragedia. De igual forma, Google ha desarrollado una herramienta para localizar personas o facilitar información sobre ellas que, en poco más de dos días, cuenta ya con alrededor de 7.000 registros relacionados con los afectados por el terremoto.

facebook
Google
Además, independientemente del uso de estas herramientas creadas para esta necesidad, son muchas las personas que han recurrido a las redes sociales para intentar tener noticias de familiares, a los que han logrado localizar.

Ya hemos vivido otros casos, como el de la nube de ceniza procedente del volcán islandés Eyjafjalla, en la que determinadas aerolíneas supieron hacer un buen uso de Facebook para mantener informados a los pasajeros que no pudieron despegar; o como el del Tsunami de Japón, en el que Skype facilitó bonos de llamadas gratuitos, Google desarrolló un buscador para localizar personas y dar avisos sobre nuevos tsunamis, y YouTube creó un canal para que afectados y familiares pudiesen ponerse en contacto.

En este sentido, gracias a redes sociales que cuentan con millones de usuarios, como Facebook, Twitter o Youtube, la forma de informarnos, reportar un problema o facilitar información en momentos complicados, como puede ser una catástrofe natural, ha evolucionado de forma muy positiva. Estas herramientas han dado la vuelta a la forma de afrontar las emergencias. Ahora los usuarios se han convertido en fuente de información esencial, ofreciendo datos y detalles de especial relevancia para los servicios públicos que intervienen en estos casos.

Los vídeos que muestran en detalle la situación de cada zona, las geolocalización que permite saber en qué lugar exacto se necesita ayuda o la inmediatez y viralidad de los mensajes que permiten estas herramientas las han hecho convertirse en una pieza clave en la gestión de las situaciones de crisis.

Aunque también hemos sido testigos del mal uso de estas plataformas y redes para confundir y difundir bulos, en general, estas tecnologías suponen un avance en la gestión de situaciones de crisis, facilitando la voluntad de ayuda e implicación que ha quedado más que demostrado que tiene la mayor parte de la población en cualquier parte del mundo.

Alicia Casado

@alicasado

Directora en Seis60