No sé por qué, hoy se me ha venido a la cabeza ese lugar que había antes, llamado Internet –hoy tiene el mismo nombre, aunque ya no es lo que era- en el que la información fluía libremente. Por aquel entonces, alrededor de 2014 o 2015, no recuerdo bien, la gente de la calle estaba bastante descontenta, porque había una crisis muy grande, mucha corrupción y lo que hasta entonces se había conocido como el Cuarto Poder ya no era tal, porque unas cuantas personas mandaban demasiado en los medios de comunicación. Era una época complicada en términos generales y aún más difícil para el Periodismo.

No siempre amanece a gusto de todos.

No siempre amanece a gusto de todos

Pero, como pasa en las películas, hubo una especie de nuevo amanecer. Empezaron a surgir nuevas plataformas que destaparon un montón de noticias que hasta entonces habían estado escondidas. Como contaban las cosas que de verdad interesaba a la gente, los artículos y noticias de estas páginas se compartieron mucho y consiguieron hacerse muy conocidos. Pero a unas cuantas personas –a las mismas que he mencionado antes- no les gustaba esto.

Entonces, idearon un sistema que provocó que ese Internet que conocíamos se acabara y, con él, la variedad de voces. En las facultades de Periodismo se decía que cuanta más pluralidad hay en un país, más democrático es este. Pues bien, eso se quedó en una bonita y anticuada teoría. A los que mandaban en los grandes medios, los de toda la vida, les interesaba que la gente siguiera escuchando lo que ellos, y solo ellos, les decían. Se hacían llamar Asociación de Editores de Diarios Españoles, AEDE para los amigos, y estos eran sus jefes por aquel entonces.

Y, ¿qué hicieron estas personas?

Se inventaron una cosa que había que pagar, un canon, y le dijeron a la gente de la calle que con ese canon, lo que estaban haciendo era luchar contra un enemigo todopoderoso y malvado, llamado Google –sí, esa empresa que está en otros países menos aquí, ahora entiendes el porqué-. Entonces Google se fue. Otras plataformas, como Menéame, le siguieron. Y otros más que fueron surgiendo con el paso del tiempo ni siquiera se plantearon venirse a nuestro país. ¿Cómo se iban a instalar aquí, viendo lo que se había hecho con las otras? Aquellas personas, los de AEDE, habían ganado. Pero los perdedores de todo esto no fueron Google y las otras páginas que se marcharon, que al fin y al cabo siguieron siendo muy exitosos en el resto del mundo. No. Este partido lo perdió el Periodismo y, con él, los ciudadanos.

Ese canon lo que hacía era dificultar que se compartieran los artículos y las noticias libremente en Internet. Esto afectaba a los grandes y a los pequeños, pero claro, los fuertes eran los de AEDE, por lo que aguantaron bien el terremoto que ellos mismos habían creado. Así es como fueron cayendo los medios que se habían valido de unos contenidos de calidad que Google –y la gente- habían estado distribuyendo hasta entonces porque de verdad lo merecían. Así es como ese Internet fue poco a poco perdiendo la fuerza que llegó a tener en su momento en España.

Pero, ¿qué hizo la gente de la calle cuando vio venir este problema? Informar y protestar. Lo intentaron una y otra vez medios digitales como Eldiario.esblogs como Cuarto poder, Gen Beta o Xataka, periodistas como Carlos Otto o Pablo Herrerosespecialistas en el entorno empresarial como Enrique Dans y un largo etcétera. Incluso salió en la prensa extranjerase hizo una web en contra de esto y la comunidad tuitera se congregó en torno al hashtag #CanonAEDE.

En aquel tiempo, muchas personas y plataformas protestaron contra este canon

En aquel tiempo, muchas personas y plataformas protestaron contra este canon

Pero todo ello fue en vano, porque ganaron los de siempre. Y es que quienes mandan no siempre aciertan. Pero claro, ¿qué se puede esperar si los que tenían que decidir sobre esto ni siquiera sabían de qué iba el tema?

Para terminar, te recomiendo que no te pierdas este vídeo, que explica mucho mejor que yo lo que pasó en aquellos años de 2014 ó 2015, no recuerdo bien: