¿Tiene un tuit la capacidad de poner en alerta a un país? ¿Puede provocar la caída en Bolsa de firmas importantes? ¿Desencadenaría un conflicto entre Estados? Si el que escribe los 280 caracteres es un ciudadano que utiliza Twitter para el ocio e informarse, no tendrá consecuencias a nivel global. Sin embargo, cuando el que teclea es el líder de una potencia mundial, la cosa cambia.
El uso que hacen de las redes sociales los jefes de Estado y de Gobierno para desempeñar su trabajo, así como responsables de organizaciones internacionales, es lo que se conoce como diplomacia de Twitter. Por su impacto, la red de microblogging se ha convertido en el verdadero botón nuclear, sobre todo cuando está en manos de personas que escriben en caliente.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, lo sabe mejor que nadie. No ha dudado ni un momento en usar esta plataforma para comunicar cada decisión tomada. Así lo hizo al comienzo de su presidencia y más recientemente con la ruptura del acuerdo nuclear con Irán, la guerra comercial que ha mantenido con China (que parece encaminarse a una resolución con un principio de acuerdo) o el enfrentamiento “tuitero” con el líder norcoreano, Kim Jong-un. Estos rifirrafes han concluido por el momento, a la espera de una reunión entre ambos mandatarios prevista el 12 de junio en Singapur para limar asperezas y hablar de la desnuclearización de Corea del Norte.
Statement on the Iran Nuclear Deal: https://t.co/O3SpryCKkc
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 8 de mayo de 2018
Under our potential deal with China, they will purchase from our Great American Farmers practically as much as our Farmers can produce.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 21, 2018
The highly anticipated meeting between Kim Jong Un and myself will take place in Singapore on June 12th. We will both try to make it a very special moment for World Peace!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 10, 2018
Confianza en las redes, desconfianza en los medios
El auge de la presencia de responsables políticos y líderes internacionales en las redes sociales hay que insertarlo y entenderlo dentro del marco de la posverdad y la crisis de legitimidad que han sufrido los medios de comunicación. Estas incrementaron su prestigio en detrimento de las formas más convencionales de búsqueda de información y se consideran el canal más directo y transparente, a pesar de su puesta en entredicho por alojar fake news o noticias sin verificar.
Pero como herramientas para apelar de un modo directo a la ciudadanía son perfectas. Tanto es así que Trump siempre desconfió de la prensa y se aferró a la tuitdiplomacia, que le ha servido para escalar puestos en su carrera presidencial, expresar su disconformidad con el legado de Barack Obama y anunciar sus decisiones de manera anticipada.
The Wall Street Journal asks, “WHERE IN THE WORLD WAS BARACK OBAMA?” A very good question!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 21, 2018
Ucrania: el enfrentamiento digital entre EEUU y Rusia
En 2014 el Departamento de Estado norteamericano lanzó una campaña en Twitter bajo el hashtag #UnitedForUkraine en apoyo al país y para condenar la injerencia rusa. La iniciativa obtuvo respuesta por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, que incrementó su actividad en Internet para contar su versión de los hechos. Como mecanismo de refuerzo, EEUU creó la cuenta UKrProgress para criticar ciertas acciones con el apoyo de los RT de diplomáticos norteamericanos y de sus embajadas. La réplica rusa consistió en publicar fotos de mercenarios vinculados a Occidente e informaciones que resaltaban la manipulación americana en el conflicto.
The world stands #UnitedforUkraine. Let’s hope that the #Kremlin & @mfa_russia will live by the promise of hashtag
— Morgan Ortagus (@statedeptspox) April 24, 2014
https://twitter.com/mfa_russia/status/459551794532597760
Cuenta creada por el Departamento de Estado norteamericano para informar del conflicto ucranio desde su punto de vista.
El universo cómico que dispensa la Red
Nadie niega que Internet se ha transformado en un espacio donde el humor no tiene límites, aunque algunos Gobiernos se empeñen en imponerlos con duras sanciones o prohibiendo estas aplicaciones. Desde los chistes más usuales hasta los originales e interminables memes, siempre hay un hueco para la comedia independientemente del contexto.
Los políticos también tienen sentido del humor y lo demuestran con comentarios sarcásticos o respuestas irónicas. Las bromas diplomáticas pueden llegar a veces a extremos insospechados, como la parodia protagonizada por EEUU, Canadá y Reino Unido a través de Twitter con los Invictus Games (competición entre soldados heridos en todo el mundo).
Hey, @KensingtonRoyal! Are you ready for @InvictusOrlando? Game on. pic.twitter.com/S34KrEv5Is
— First Lady- Archived (@FLOTUS44) April 29, 2016
https://twitter.com/KensingtonRoyal/status/726062251354914817
Dear @POTUS, @FLOTUS and @KensingtonRoyal – did someone say "bring it?" Canada's ready for @InvictusOrlando.https://t.co/TxBAMPvTYs
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) May 2, 2016
Twiplomacy, un estudio de la influencia de los líderes mundiales
Las redes sociales han cambiado la forma en la que se hace política y cómo esta llega a los ciudadanos. Ahora es más directa que nunca y, al igual que una persona puede desde su dispositivo mencionar a su ayuntamiento para denunciar el mal estado de su barrio, un cargo público puede comunicar ante millones de seguidores los avances en política doméstica o exterior.
Twiplomacy analiza el comportamiento de los políticos y líderes mundiales en las plataformas digitales con el objetivo de determinar quién es el más influyente, el más seguido, el que más conversa o el mejor conectado, entre otras categorías que dependen de diversos parámetros, como el número de seguidores, la cantidad de tuits o las interacciones con los usuarios.
Los líderes mundiales más seguidos en Twitter durante 2017. FUENTE.
Twitter se ha convertido en un barómetro diplomático que permite examinar y pronosticar relaciones internacionales. Según este estudio, se trata del canal por excelencia elegido por los gobiernos y ministerios de relaciones exteriores con un total de 856 cuentas pertenecientes a jefes de Estado y de Gobierno, así como ministros, en 2017. Esto significa que 178 países están presentes en Internet con una audiencia combinada de 356 millones. El dato curioso lo escenifica la canciller alemana, Angela Merkel, la única líder del G7 que evita la red social. Por otro lado, solo 15 naciones, enclavadas en África, Asia y el Pacífico, no disponen de un perfil en esta aplicación.
Por orden de utilización, seguirían a la red de microblogging otras como Facebook (representantes de 169 países), YouTube e Instagram (73% de los Estados miembros de la ONU), entre otras como Google+ o Periscope, las menos utilizadas.
En definitiva, estar en las redes sociales conlleva una enorme responsabilidad cuando ostentas un papel importante en el mundo. Ya seas el más influyente (Papa Francisco con 33,7 millones de seguidores en 2017), el más interactivo (Donald Trump con 166 millones de interacciones) o el más conversador (Gobierno holandés con un 95% de respuestas), debes pensar con cautela cada tuit si no quieres crear un conflicto con aquellos que se puedan sentir ofendidos.
Los líderes políticos y Gobiernos que más conversaron con los ciudadanos a través de Twitter en 2017. FUENTE.