El otro día fue la primera vez que tuve la oportunidad de acceder al cine mediante la tecnología NFC, un sistema de comunicación a corto alcance que permite conectar directamente nuestro teléfono móvil al sistema de compra de tickets. No se necesita ningún tipo de localizador o código impreso, simplemente hace falta un smartphone que implemente esta tecnología mediante un chip NFC y un lector a la entrada del cine que al contacto con él verifique que hemos realizado la compra. Es sencillo, útil y no gasta papel. Pero además de poder hacer pagos mediante esta tecnología, gracias al NFC podemos comprar tarjetas a muy bajo precio para programarlas con diferentes funciones, necesitando tan sólo instalar una aplicación en nuestro Smartphone.

Pago desde el móvil vía NFC

Aunque pueda sonar a algo novedoso la tecnología Near Field Comunication (NFC) se remonta a hace más de una década, cuando comenzó a emplearse sin demasiado éxito en los móviles. Sin embargo, sí pasó a formar parte de nuestra vida en dispositivos tan cotidianos como el bonobús o las tarjetas de acceso a instalaciones como parkings o centros deportivos. La apuesta del sector bancario y financiero por el NFC como método de pago a través de nuestros dispositivos móviles ha propiciado la resurrección de esta tecnología.

El NFC es interesante porque se trata de comunicación casi instantánea que permite intercambiar de forma recíproca información con otros smartphones, gadgets o simples etiquetas programadas, sin necesidad de emparejar los dispositivos que se conectan como es el caso de la tecnología bluetooth. Sin embargo tiene un gran hándicap, y es que es necesario el contacto directo entre emisor y receptor para que la tecnología funcione debido a que tiene un alcance máximo de 10 centímetros aproximadamente. Si aún no conocías esta tecnología o tienes ganas de saber de qué es capaz, echa un vistazo a estas cinco (entre otras muchas) formas de poder explotar el NFC en tu empresa:

1. El uso dentro de nuestra oficina: las etiquetas NFC son unas tarjetas que podemos programar mediante nuestro móvil con aplicaciones como ‘NFC Tools’, disponible para terminales Android. Al contacto con un dispositivo que tenga el NFC activado, las etiquetas mandarán información instantánea al smartphone. De esta manera, por ejemplo, el cliente podrá recibir un archivo con un dosier de bienvenida o conectarse a la red WiFi de la oficina sin necesidad de tener que darle la contraseña. Tiene mil usos en este aspecto, pero otro bastante interesante sería el poner unas etiquetas NFC sobre la mesa de reuniones para que al colocar los móviles sobre ellas, se pusieran automáticamente en silencio.

2. Ruedas de prensa y eventos: los dosieres en papel ya han pasado de moda, ¿por qué no impresionar a los periodistas para que recuerden mejor nuestra empresa? En una tarjeta NFC podemos almacenar información y varios links donde podrán acceder a datos detallados sobre el tema a tratar, contenido audiovisual y direcciones de contacto; todo en una pequeña etiqueta que cabe en la cartera.

Cerradura NFC

Cerradura NFC

3. Publicidad y packaging: las etiquetas NFC pueden ser incrustadas en la cartelería para que al contacto puedan llevar al usuario a una página web, un vídeo, una fotografía o cualquier contenido multimedia que se desee. Además, no sólo se puede usar en vallas, publicaciones o carteles, sino también, por ejemplo, en el propio packaging o etiqueta del producto incluyendo de esta manera instrucciones, contenidos adicionales o decenas de funciones útiles.

4. Tarjetas de contacto: desde hace unos años está de moda que las tarjetas de contacto incluyan un código QR, es hora de ir más allá e implementar un pequeño chip NFC. Mucho más sencillo de usar, más funcional y con la apariencia de una tarjeta profesional de toda la vida.

5. Códigos promocionales: existen aplicaciones mediante las que nuestros clientes podrán recibir tarjetas virtuales con promociones que podrán canjear al pasar por caja gracias a la verificación de un lector NFC. De esta manera podremos ahorrar papel y beneficiar a nuestros compradores con ofertas de una manera más sencilla y novedosa.

Cada vez más dispositivos móviles de gama media/alta incorporan esta tecnología, pero aún no son la mayoría, por lo que tecnologías como el código QR siguen siendo más usadas para ciertas tareas que el NFC podría cumplir con mucha más eficiencia. Es cuestión de tiempo que esta tecnología se imponga definitivamente y pase a ser totalmente cotidiana en nuestras vidas. Sin duda, aprovechar el NFC en nuestra empresa para algunas de las aplicaciones que hemos visto anteriormente puede suponer un factor diferencial e innovador para nuestro negocio.